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…Yo quiero para mí la avena y el relámpago
A fondo de epidermis,
Y el devorante pétalo desarrollado en furia,
Y el corazón labial del cerezo de junio,
Y el reposo de lentas barrigas que arden sin dirección,
Pero me falta un suelo de cal con lágrimas
Y una ventana donde esperar espumas.
Así es la vida,
Corre tú entre las hojas, un otoño
Negro ha llegado,
Corre vestida con una falda de hojas y un cinturón de metal amarillo,
Mientras la neblina de la estación roe las piedras.
Corre con tus zapatos, con tus medias,
Con el gris repartido, con el hueco del pie……., y con esas manos
Que el tabaco salvaje adoraría.
Pablo Neruda
“las furias y las penas”
" Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y
cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese
pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre en
una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío. "
Julio Cortázar